Universo FinTech en América Latina, clave para desarrollo de la próxima década
-
Según nuevo informe, promover el trabajo entre empresas FinTech y banca tradicional ayudaría a aumentar productividad y a incluir a sectores vulnerables de la población en los sistemas financieros.
CAF | Comunicado de prensa | boletinclic@camtic.org
La tecnología aplicada a las nuevas y tradicionales empresas financieras tiene el gran potencial de aumentar la productividad, mejorar la protección al consumidor y extender la inclusión financiera a sectores vulnerables de América Latina, según el informe La revolución de las empresas FinTech y el futuro de la banca, elaborado por CAF -Banco de Desarrollo de América Latina.
La publicación asegura que el sector de las empresas FinTech tiene un potencial disruptivo en la industria bancaria, ya que aprovecha mejor las nuevas tecnologías para entender al cliente y para superar ineficiencias operativas, y esto les permite atender a grupos de población que tradicionalmente han estado olvidados por los bancos.
Según el informe, el sector FinTech, integrado por nuevos emprendimientos y empresas jóvenes, por gigantes de la tecnología como Amazon, Samsung, Vodafone o Alibaba y por la banca tradicional, es poco conocido en América Latina.
Si bien hay empresas FinTech operando en varios países -algunas han obtenido financiamiento de fondos de capital de riesgo fuera de la región-, existen importantes barreras a la adopción generalizada de los servicios FinTech, entre los que se cuentan la velocidad de transmisión de datos o la penetración de los bancos y medios de pago convencionales. Sin embargo, el uso masivo de la telefonía móvil y el alto porcentaje de personas no bancarizadas o desatendidas por los bancos, convierten a la región en un terreno fértil para la disrupción en los próximos años.
Los gobiernos tendrán mucho que decir sobre cómo se desarrolla el sector financiero, especialmente en lo relacionado con el crecimiento del sector, la promoción de la modernización de los bancos y el fomento de la competencia. Estas políticas públicas deberán estar encaminadas a generar una mayor inclusión financiera de todos los ciudadanos y a potenciar el crecimiento económico a medio y largo plazo”,
– explica Juan Carlos Elorza, director de desarrollo productivo y financiero en CAF.
Según Elorza, los bancos de desarrollo pueden tener un papel destacado en el impulso de las empresas FinTech y en las mejoras del entramado financiero tradicional, especialmente a través de la generación de conocimiento y de la sistematización y diseminación de buenas prácticas de empresas y gobiernos.
La publicación asegura que América Latina tiene mucho camino por recorrer para desarrollar exitosamente sus sistemas financieros y, por ello, es importante comenzar a implementar regulaciones a nivel de gobierno y de mejores prácticas de innovación en las empresas, sobre todo instituciones financieras, con el objetivo de que puedan mantenerse a la vanguardia y resguardar su ventaja competitiva en el largo plazo.
A nivel global, la inversión en el sector financiero experimentó un crecimiento histórico en 2015, alcanzando los US$19 billones, alrededor de US$15 billones más que en 2013. Esta financiación se repartió en préstamos (46%), pagos (23%) y manejo de fondos (10%). De todos modos, según la publicación, el sector FinTech es todavía pequeño en países desarrollados como Estados Unidos, donde ocupa el 1% del mercado, aunque todas las proyecciones indican que crecerá exponencialmente en los próximos años.
Tecnología y la industria bancaria
Investigaciones sobre la historia de la industria bancaria muestran que el uso de innovaciones tecnológicas para facilitar la prestación de servicios financieros no es algo nuevo. Por el contrario, desde finales del siglo XIX la industria bancaria ha estado estrechamente asociada a innovaciones tecnológicas, especialmente en el mundo de las telecomunicaciones y luego de la informática.
El uso de innovaciones analógicas como el telégrafo, el cable transatlántico y después el fax, junto con el desarrollo de medios de transporte, hicieron posible el crecimiento del comercio mundial y con ello la globalización de las transacciones financieras.
En 1967, Barclays, en Londres, introdujo el primer cajero automático. A partir de entonces, las instituciones tradicionales aumentaron el uso de las tecnologías de información (TI) en sus operaciones internas al automatizar gradualmente la mayoría de sus procesos.
La aparición de Internet en 1991 sentó las bases para el siguiente nivel de desarrollo. Para 2001, ocho bancos en los EE.UU. tenían al menos un millón de clientes en línea. Para el año 2005, los primeros bancos online sin sucursales físicas emergieron (por ejemplo, ING Direct, HSBC Direct) en el Reino Unido.
Compartir
NOTICIAS
Entradas recientes
- Google inició construcción de segundo centro de datos en América
- OEA y GFCE organizan reuniones para fortalecer capacidades y colaboración en materia de ciberseguridad
- AWS y CAF se alían por desarrollo tecnológico y ambiental de América Latina y el Caribe
- Costa Rica se consolida como referente en generación de oportunidades para la industria audiovisual mundial
- UCR lanza clúster de computación de alto rendimiento más potente de la región centroamericana